domingo, 17 de abril de 2016

Empezando con la comida Vasca y el Brisket

20 de Marzo de 2016

Una de las cosas que más disfruto en la vida, es comer, y por eso me gusta cocinar que es sin duda  otra tarea que disfruto infinitamente, pero cocinar para uno mismo tiene su chiste pero no se compara en absoluto el cocinar para la pareja o para los amigos. Yo me preparo con varios días para el gran acontecimiento, pienso y luego existo, dicen por ahí, yo empiezo a pensar que quiero comer, como lo voy a disfrutar, y como lo voy a preparar, busco recetas ya que tengo que confesar soy un chef “by the book”, es decir sigo las instrucciones al pie de la letra, es que para mí las letras son la base, y mi imaginación aun que funciona plenamente, se descompone con los sabores  y las texturas, quiere todas siempre y la verdad no me sale.
Empecé desde ayer pensando en el menú, estoy en el mood de la cocina Vasca, por qué?, realmente no sé, no la conozco, pedí a Amazon 4 libros de esta comida para aprenderla y comprenderla, y aun no llegan, pero lo que si se, es que en San Sebastián, es el lugar donde más restaurantes con estrellas Michelin hay en el mundo, y eso debe de ser algo, sé que es un lugar donde la gente piensa en comer y cocinar todo el tiempo, por lo que los considero de mi manada.
Lo que preparare hoy es Marmitako de Bonito, (cómo el bonito no se consigue será de Dorado), Besugo a la Donostierra, como tampoco se consigue será Huachinango, ostiones Rockefeller y Gazpacho.
Fuimos al mercado de abastos y al mercado del mar a comprar los ingredientes, el reto era conseguir pimiento choricero, guindillas y vinagre de sidra,  conseguimos las especies en conserva.

Todo salió bien, no sé si así son los platillos en San Sebastián, ya que para mí son nuevos, tendré que ir a averiguarlo, un día de estos. Fue una experiencia muy interesante y sabrosa, llena de sabores intensos, el gazpacho, como es, solo que no le puse pan, por eso de que estamos comiendo sin gluten, no le cambio para nada el sabor, es más creo que quedo con los sabores bien definidos del fresco del tomate, el pimiento y el pepino, el cambio para bien fue que al momento de servirlo, le pusimos manzana en cubos, todavía quedo más fresco. Los ostiones Rockefeller, la salsa de espinaca cebolla se cocinaron con Pernod, dándole un sabor anisado.
La gran sensación fue el Marmitako de Dorado, es un tipo chilpachole, es decir una una sopa espesa, que se da por el almidón de las papas, con sabores muy intensos que le da el pimentón, el pimiento choricero y las guindillas, picaba leve, el dorado se coció muy bien y no se desbarato en la sopa, lo que daba el gusto de comer bocados de pescado.
El Huachinango a la Donostierra, el sabor del sofrito de guindillas y vinagre de sidra, con mucho ajo, le da un sabor fuerte pero al mismo tiempo delicado en la unión con el pescado horneado solo con sal y aceite de oliva. Así es la comida Vasca, mucho sabores fuertes que combinan.


                                                            
9 de Abril 2016
Me acosté ayer pensando que cocinaría hoy, (les digo, es una circunstancia de vida, pensar todo el tiempo en comida), busque en el congelador y me encontré un kilo y medio de cuello de res o pescuezo muy limpio, (falda), que cuando lo compre le pedí al carnicero que lo limpiara muy bien del exceso de grasa, y como saben estam[L1] os comiendo lo más natural posible, busque recetas de Brisket y la modifique para evitar las salsas preparadas que todos tenemos en la despensa como la Soya, la Inglesa, Maggy y otras que lleva las recetas tradicionales.
Despierto a las 6:30  AM y para las 7:00 AM ya estoy en la cocina (con la carne descongelada) preparando el Brisket que se cocinará en el slow cook por lo que va a estar 8 horas y apenas es tiempo para que este listo para la comida.
Mezcle una lata de chipotles con 5 dientes de ajo picados, ¼ de taza de vinagre de manzana, ½ taza de caldo de pollo orgánico, le exprimí el jugo de 1 toronja, añadí 1 lata pequeña de pasta de tomate orgánico, lo condimenté con ¼ de cucharadita de clavo, ½ cucharadita de comino, 3 cucharaditas de orégano, 1 ½ cucharaditas de cilantro seco, 1 cucharadita de semilla de cilantro, 2 cucharaditas de pimentón, 2 cucharaditas de chorizo pimentero, 2 cucharaditas de miel de agave, hojas de laurel, sal y pimienta. Se revuelve la mezcla ya que se pondrá encima de la carne previamente sellada con sal y pimienta en un sartén muy caliente; se acomoda en el slow cook y se baña de la salsa, le añadí una cebolla y media y ya está cocinándose, a las 6 horas de cocción le voy a añadir papas y zanahorias en trozos y a las 8 horas sacaré la carne para deshebrarla con dos tenedores.
  Ya son las 2:15 PM, saque la carne y la deshebre, la siento cocida pero sin exagerar, no está muy suave tampoco dura quiero decir que no se deshizo así de fácil, por lo que la dejare así un rato más en el slow cook.

El resultado final, un Brisket muy especiado, muy sabroso, sabor fuerte, creo que el clavo domino, fue un ¼ de cucharadita pero aun así domino,, menos clavo y un poco más de miel.


Nueva receta de Brisket; 2 kilos de carne, de preferencia el “second cut o deckle” que es una de las partes del rib eye, es la parte de arriba que tiene más grasa y no se puede cortar para hacer bistecs, por lo que normalmente la usan para carne molida. La falda que es lo que conocemos en México como Brisket, tiene la desventaja que es dura por más que se cueza y como de cordones, se puede usar el short rib y funciona muy bien.
En una olla que pueda entrar al horno se sella la carne previamente sazonada con sal y pimienta, ya sellada;  8 minuto por cada lado aproximadamente, se retira de la olla y se reserva,  en la misma olla se agregan 3 cebollas amarillas rebanada finamente, 8 ramas de tomillo, 8 dientes de ajo 2 hojas de laurel, se añade ½ taza de vino tinto seco y 3 cucharadas de vinagre balsámico, se cocina por unos 5 minutos revolviendo hasta que las cebollas estén suaves.
En un bowl se mezcla una taza de vino, ¼ de taza de miel (yo uso de agave), una cucharadita de cebolla en polvo y una cucharadita de ajo en polvo, con una taza de caldo de pollo, o de carne. Se incorpora la carne sobre las cebollas y se baña con la salsa de vino y miel. Se hornea a 200 grados C por 2 horas, se saca del horno se voltea la carne y se regresa al horno por otra 1 ½, hasta que este suave y se desbarate con el tenedor.
Ya lista se saca del horno y se transfiere la carne a una tabla para cortar, se envuelve en papel aluminio y se deja reposar por 15 minutos, se rebana siguiendo las líneas de la carne, se sirve en un platón con la cebolla de acompañamiento y bañada en el jugo de la olla.






 [L1]

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